Ciclo de Razas: Elfos de la Noche

Los Kaldoreis (o Elfos de la Noche) son una antigua y solitaria raza nacida durante el despertar del Mundo. Su herencia ancestral, les ha marcado como una raza guerrera, con un fuerte amor por la naturaleza y por las prácticas animistas. Los Kaldoreis son prácticos pero supersticiosos, y a menudo, paradigmáticos. Son un pueblo con una pasión innata por las prácticas espirituales y por la naturaleza en sí. Tiempo atrás, los Kaldoreis fueron inmortales. Por culpa de los Quel’Dorei, la poderosa magia élfica se vio completamente fuera de control, los Quel’dorei, se creía superiores a los Kaldoreis por el simple hecho de controlar la magia arcana. Este uso descuidado de la magia puedo haber atraído la mirada de la Legión Ardiente, y finalmente acabó en una catastrófica batalla conocida como La Guerra de los Ancestros. Esta batalla cambió la faz de Azeroth para siempre, y dio lugar a la creación de los continentes del mundo. La tierra se rasgó y se formó un nexo de gran poder y energía en el centro del océano conocido como Maelstrom. Los Elfos de la Noche son un pueblo honorable y compasivo, aunque su antigüedad y conocimiento ha hecho que sean desconfiados y muy orgullosos. Muchos de los Elfos de la Noche consideran que su deber es garantizar la seguridad y el equilibrio del mundo. Debido a este aire de superioridad, muchas de las razas jóvenes de Azeroth desconfían de los Elfos de la Noche.

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Los Albores

En el comienzo del mundo, ahora conocido como Azeroth, los dioses-titanes crearon un pozo mágico, llamado «El Pozo de la Eternidad» por los Kaldorei o Elfos de la Noche. Con el tiempo se convirtió en la fuente de su poder, sabiduría e inmortalidad. Esta inmensa fuente de energía mística brillaba como un faro en todo el Vacía Abisal, con el tiempo llamó la atención de Sargeras, el titan caído, el Destructor de Mundos, y trató de reclamar el poder como propio.

La Guerra de los Ancestros

Y comenzó la corrupción de los Elfos. Haciéndose pasar por una venerada deidad, Sargeras logro ponerse en contacto con el elfo más poderoso, Azshara. Sargeras, convenció a Azshara y a su fiel ayudante, el Lord Consejero Xavius, para abrir una entrada para que este todopoderoso «dios» pudiese venir a Azeroth y bendecir a su raza (y de paso erradicar a todas las razas que consideraba «indignas»). En su insolencia, los elfos nombres, los Altonatos, trataron de utilizar y controlar esta fuente de poder inimaginable e indescriptible mal, por su soberbia, fueron consumidos por la magia que tan ansiosamente deseaban manejar. 800px-Elf_friend

A medida que el portal hacia el mundo de los mortales se hacia más grande, Sargeras enviaba cada vez más «emisarios» para ayudar con el portal y traer la palabra de su dios desde el más allá. Estos «emisarios» eran demonios que militaban en las filas del inmortal ejercito de Sargeras, la Legión Ardiente, y habían acabado con incontables mundos a través del Vacío Abisal. Cerca de la finalización del portal, que permitiría la entrada de Sargeras a Azeroth, un grupo de Kaldorei, liderados por Malfurion Stormrage, el primer druida, se dieron cuenta de la amenaza que representaba el titan caído para el mundo de Azeroth. Sargeras, se percató que su aplastante victoria podría verse afectada por este grupo del elfos, ordenó a su legión demoníaca atacar Azeroth y destruir a todas la razas indignas, que incluía la totalidad de los Kaldorei.

La guerra hacía estragos en el joven mundo, muchos protectores del mundo surgieron para apoyar la causa de Malfurion Stormrage, el cierre del portal hacia el Vacío Abisal y devolver a todos los demonios a su dimensión. El semidiós Cenarius, los antiguos y poderosos dragones lucharon fieramente contra la Legión Ardiente. Después de haber aprendido mucho sobre el poder y la belleza de la naturaleza de su «shan’do» (maestro en Darnassiano), Cenarius, Malfurion fue capaz de interrumpir el hechizo, ya casi completado, y consiguió mantener apartado a Sargeras de Azeroth.

El Primer Cataclismo

Con tantos flujos de poder, el Pozo de la Eternidad implosionó en un cataclismo mágico, matando a gran cantidad de Kaldorei. Muchos fueron arrastrados hasta el fondo del mar, solo para ser retorcidos y finalmente transformados en serpientes marinas, ahora conocidos como nagas. Esta catástrofe rompió el continente en tres secciones y dejó una tormenta donde una vez estuvo localizado el pozo, se conoce como el Maelstrom. Con la mayoría de los Bien Nacidos muertos, los Kaldorei renegaron de la magia arcana y comenzaron una nueva cultura centrada en la sintonía con la naturaleza y el entorno que les rodea.

Los Sobrevivientes Altonatos intentaron acostumbrarse a esta nueva sociedad druídica, pero con el tiempo sus adicción a la magia les superó. Los Altonatos (ahora conocidos como Altos Elfos), dirigidos por Dath’Remar, navegaron a través del océano hasta llegar al nuevo continente. Se establecieron en la recién creada nación de Quel’thalas.

Los Elfos de la Noches, así es como se llaman ellos mismo ahora, vivan felices con su nueva forma de vida, viviendo tan cerca de la tierra y de sus habitante como les era posible. Con el tiempo, se les concedió la oportunidad de continuar como seres inmortales. Un nuevo Árbol de Mundo, Nordrassil, se plantó en el Monte Hyjal con al esencia restante del Pozo de la Eternidad. Una vez establecido un futuro estable para su pueblo, los druida dormían, en comunión con el Aspecto de Dragón Ysera, en el Sueño Esmeralda. Los Druidas estaban unidos al Sueño Esmeralda a través de Nordrassil, y allí dormían durante siglos, sólo eran despertados durante momentos de extrema necesidad. Por los siglos, la sociedad de los Elfos de la Noche florecía, olvida por el resto de las culturas.

Redescubrimiento y la Tercera Guerra

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La tercera guerra llevó al descubrimiento de la continente de Kalimdor y ala raza de los Elfos de la Noche. Los orcos, recién huidos de Azeroth y que buscaban recursos para sus ejércitos, iniciaron una campaña para la recogida de madera, que ofendió de una manera increíble a los Elfos de la Noche. Esto llevó a muchas escaramuzas entre el clan Grito de Guerra de los Orcos y los regimientos de los Centinelas Elfos Nocturnos. Con el tiempo, los orcos y los elfos vieron suspendida sus enemistad y lucharon por un bien común, junto a los humanos y los enanos de la Alianza, contra las fuerzas demoníacas de Archimonde, un teniente de la Legión Ardiente.

Hoy en día

Los elfos de la Noche están tratando de reconstruir lo que se perdió tras la batalla de Archimonde en el Monte Hyjal. Al destruir Nordrassil para impedir el regreso de la Legión Ardiente, los Elfos de la Noches sacrificaron su bien más preciado: La inmortalidad. Han fundado la ciudad de Darnassus sobre el intento de nuevo Árbol del Mundo, Teldrassil, que crece sin la bendición. También tratan de recuperar los bosques y volver a la normalidad a los habitantes de los mismos. En ausencia del Malfurion Stormrage, los elfos nocturnos son guiados por Tyrande Whisperwind y el Archidruida Fandral Staghelm. A pesar de que son conscientes de que hay aliados fuera de los límites del bosques, no hay que andar a la ligera por sus bosques. Después de todos lo sacrificios que han realizado por mantener sus tierras libres de la destrucción, los Elfos de la Noche no les gustan los desconocidos. Muchos han sido encontrados con flechas en sus pechos mucho antes de saber que el peligro acechaba sobre ellos. Actualmente se desconoce cuando los Elfos de la Noche se unieron a la Alianza, pero es posible que sigan manteniendo el pacto hecho durante la Tercera Guerra.

Cultura

Los Elfos de la Noches son un pueblo que han dedicado sus vidas individuales, así como la misma sociedad entera, a la protección del mundo natural. Ellos son uno con los bosques de Kalimdor, a los que llaman hogar. Los druidas pasaban los años entre un reino espectral vigilado por la gran dragona verde Ysera la Soñadora, ese lugar se conoce como el Sueño Esmeralda. Los Elfos de la Noche fueron inmortales, pero después de la Tercera Guerra, renunciaron por a su inmortalidad para derrotar a Archimonde y se vieron obligados a ser parte activa y visible del mundo y lucha por su propia supervivencia. Aunque los elfos de la noche veneran y honrar a muchas criaturas, la Diosa de la Luna Elune, a la que veneran por encima de todo.

Elfos

Fe

Los elfos de la noche adoraban a los «Ancestros», que eran deidades de la naturaleza que estaban en total armonía con la naturaleza. Elune la diosa de la Luna y Malorne el Oteador son las figuras más prominentes de este culto. Cenarius fue asesinado por los orcos y esa es una cosa que nunca perdonarán los elfos de la noche, sus hijos aún viven y ganan poder año tras año. Los elfos de la noche veneran a los hijos de Cenarius, y tal vez aún día estos hijos del semidios ayudarán a los elfos a devolver el daño hecho por los orcos en el pasado.

Algunos elfos de la noche adoran a los dragones. La Secta de los Dragones reciben muchos adherentes Kaldoreis.No se sabe el número exacto de Kaldorei que adoran a los Dragones.

Idiomas

Los Elfos de la Noche hablan principalmente en Darnassiano y el Común. Los Elfos de la Noche en la antigüedad trabajaron con los orcos para poner fin a la Legión Ardiente, y algunos todavía recuerdan algo del idioma Orco.

Apariencia

Los Elfos de la Noche tienen una imponente estatura, con una media de 7 pies de altura. Los Kaldoreis macho son realmente musculosos, con el pecho y hombros amplios, indicativos de la fuerza que se encuentra en sus mentes y sus cuerpos. Las Elfas de la Noches son ágiles y curvilíneas, y aún así musculosas y fuertes. La raza tiene unas prominentes cejas y unas orejas puntiagudas les da un aspecto salvaje. Los tonos van desde el blanco al azul, incluso rojizos, su cabellos cambia de color, van desde el blanco brillantes al verde al negro lustroso.

Durante la recogida de madera en Vallefresno, Grom Grito Infernal, describió a los Elfos de la Noches como «Elfos, pero más altos y mucho más salvajes»

Una cosa vistosa que se puede observar en las caras de los elfos son los tatuajes faciales, estos tatuajes se pueden observar principal en las elfas. El tatuaje «es una marca que da derecho de paso». Aún no está claro cuál es o en que consiste el derecho de paso, o si el tatuaje en si mismo es el derecho de paso.


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