Bienvenidos a otra nueva entrega de los Paseos en el Tiempo, hoy pasearemos por Ahn’kahet: El Antiguo Reino. Esta mazmorra pertenece a la expansión de La Ira del Rey Exánime, al igual que las dos anteriores que os presentamos, Cámaras de Relámpagos y Grundrak.
Como comentamos en estos artículos anteriores, el nivel de nuestro personaje y nuestros objetos se ven reducidos a 80 y 160, respectivamente. Esto es para que nuestra sensación al enfrentarnos a la mazmorra sea acorde a nuestro personaje, y podamos disfrutarla en toda su gloria como lo hicimos en su día, unos años atrás.
Cabe mencionar que en el inicio de esta mazmorra deberemos estar atentos ya que los primeros pulls pueden provocarnos un wipe con facilidad, no os dejéis engañar, el calibrado no es perfecto y pegan más de lo que cabía esperar.
La misión de estas mazmorras es hacernos aflorar buenos recuerdos de aquella expansión, por mi parte he de decir que lo han conseguido, eso sí, ojalá funcione y por fin se decidan a aplicar esta característica a las bandas antiguas. Estoy segura que muchos de vosotros daríais cualquier cosa por revivir bandas como Ulduar, Icc o Karazhan en una dificultad acorde con el personaje, ¿verdad?
En Ahn’kahet podemos completar varios logros de mazmorras, de manera que si tenéis alguno pendiente esta puede ser una buena oportunidad:
La mazmorra de Ahn’kahet: El Antiguo Reino se compone de cuatro jefes más un quinto opcional.
Ahn’kahet: El Antiguo Reino
Azjol-Nerub era un imperio de gran poder cuando el Rey Exánime llegó a Rasganorte. Sin embargo, a pesar de su feroz resistencia, las fuerzas de la Plaga consiguieron hacerse con el dominio del reino subterráneo y masacrar a sus habitantes, los nerubianos. Marcado por años de guerra y abandono, este vasto dominio está ahora ocupado en dos frentes.
Ancestro Nadox
Nadox fue un líder nerubiano que enseñaba las tradiciones de su raza a las nuevas generaciones. Después de ser derrotado por una legión de no-muertos consiguió, El Rey Exánime reanimó su cadáver y expurgó toda la sabiduría y la nobleza de Nadox, obligándolo a asesinar a sus estudiantes, sus amigos y a todos los nerubianos que se opusieran al poder de la Plaga.
Príncipe Taldaram
Tras el fallido asalto de Kael’thas contra el Rey Exánime, algunos de los elfos de sangre que lo seguían fueron masacrados y levantados entre los no-muertos como caídos oscuros, El Príncipe Taldaram es uno de ellos. Con la intención de complacer al Rey Exánime, ha accedido a las profundidades destrozadas por la guerra de Ahn’kahet en busca de reliquias nerubianas perdidas que puedan potenciar las filas de asesinos de la Plaga.
Jedoga Buscasombras
Se rumorea que es una de las seguidoras más fanáticas del Martillo Crepuscular, que sueña con el apocalipsis. Gracias a los consejos Cho’gall, aprendió a manipular sus poderes chamánicos al servicio de los dioses antiguos. Jedoga viajó al interior de Ahn’kahet para prepararse para el glorioso día en el que Yogg-Saron se alce y envuelva las tierras de Azeroth en la sombra.
Heraldo Volazj
Durante la invasión de Azjol-Nerub por parte de la Plaga, muchos de los habitantes del reino abrieron túneles subterráneos para escapar de los esbirros del Rey Exánime. Sin embargo, muchos llegaron demasiado profundo, hasta exponer los zarcillos de Yogg-Saron. Esto despertó a la entidad, que envió a uno de sus guerreros más ancestrales, el heraldo Volazj, para sacrificar a los asediadores nerubianos y aniquilar a cualquiera lo suficientemente insensato como para amenazar al dios antiguo.
Amanitar
Yogg-Saron ha empezado a extender su voluntad opresora por este ecosistema aislado a los hongos y demás formas de vida benignas han prosperado en las oscuras y húmedas cavernas de Ahn’kahet. El dios antiguo ha utilizado su inmenso poder corruptor para convertir una de las bestias nativas de Ahn’kahet en la monstruosa criatura conocida como Amanitar, un terror inconsciente que rebosa la energía destructora de su amo.
Pichis arañas mks