Raid del parche 4.3 – El Alma de Dragón

El nuevo parche 4.3 de World of Warcraft da a los jugadores la oportunidad de llevar la batalla al Santuario del Reposo de Dragón y más allá, ayudándole a Thrall y a los Aspectos de Dragón mientras buscan derrotar al Vuelo Negro de una buena vez. Las raids para 10 y 25 jugadores podrán pelear contra Alamuerte, con tres niveles de dificultad y armamento épico que reclamar.

Blizzard nos muestra un adelanto de la nueva instancia de Raid: El Alma de Dragón, disponible en el nuevo parche.

El Alma de Dragón, la cual fue forjada por Alamuerte durante la Guerra de los Ancestros, utilizaba el poder de los demás vuelos de dragón, hasta que fue destruida. Después de recuperar una versión del artefacto de las Cavernas del Tiempo, Thrall y la alianza de los vuelos de dragón se reúnen en el Santuario del Reposo de Dragón en un intento desesperado por usar su poder para derrotar a Alamuerte.

El desbaratado Templo del Reposo de Dragón, el cual fue creado por los titanes como un santuario para todos los dragones, es la esperanza final para las fuerzas aliadas contra el dragón negro Neltharion, otrora Guardián de la Tierra y protector de Azeroth, quien ahora es conocido como Alamuerte «el Destructor». Aquí es donde los aspectos restantes —Alexstrasza, Ysera, Nozdormu, Kalecgos y Thrall— se han reunido para conferirle poderes al Alma de Dragón; la última esperanza para detener al gran behemot. Conforme comienzan a cargar de energía al Alma de Dragón, Alamuerte y el ejército entero atacan al Santuario del Reposo de Dragón. Los jugadores deben detener a las fuerzas atacantes lo suficiente para que Thrall pueda cargar el Alma de Dragón.

Antes de enfrentarte contra Alamuerte el Destructor, debes derrotar a seis poderosos jefes.

Morchok, el elemental más potente que todavía está bajo el control de Alamuerte y que alguna vez fue un guardián pasivo, ahora está convencido de que su único respiro llegará con la derrota de Azeroth. Morchok ataca de forma enfurecida la base del Santuario del Reposo de Dragón, la última señal de esperanza de Azeroth en la Hora Crepuscular.

Hace muchos años, el señor de la guerra Zon’ozz y sus soldados libraron una guerra sin fin contra las fuerzas de C’thun y Yogg-Saron. Han pasado miles de años, pero el señor de guerra todavía sirve al poder caótico del Dios Antiguo N’Zoth. Ahora Alamuerte ha desatado a este ignoto legendario para derrotar a los defensores del Santuario del Reposo de Dragón.

Desde la caída del Bastión del Crepusculo, Yor’sahj el Velador ha ayudado ávidamente a Alamuerte, proporcionándole al Destructor medios con los cuales desatar a una mayor cantidad de ignotos de sus prisiones, las cuales están ubicadas en las profundidades de la tierra. Son innumerables y su poder no se puede calcular, y Yor’sahj pretende recibir una sombría recompensa por su fiel servicio.

Hagara la Vinculadora, uno de los primeros alumnos de magia arcana de los Renegados, exhibió mucho potencial como para alguien que comenzó su aprendizaje tan tarde en la vida. Pero en sus intentos indisciplinados por hacer que los elementos le sirvieran, fue atraída y retorcida por el Señor de Viento Al’akir. Hagara, quien ahora es sumamente fiel al Martillo Crepuscular, atará a otros a fin de que sus maestros elementales puedan torturarlos.

Ultraxion, que parece más una abominación de energía oscura que un dragón, ha dedicado su corta vida a absorber la esencia de dragones abisales capturados. Ultraxion es el único dragón crepuscular alabado por Alamuerte y su arrogancia sólo se ve eclipsada por las energías chisporroteantes que se elevan desde su retorcida forma. Fiel a su maestro, Ultraxion jura que traerá consigo la caída del Santuario del Reposo de Dragón.

Aunque antes había muchos, sólo quedan una docena de dragones crepusculares. Montados sobre estos endurecidos sobrevivientes se encuentran los últimos vestigios del ejército del Martillo Crepuscular: los jinetes draco de élite; los escoltas personales de Alamuerte. Dirigidos por el insidiososeñor de la guerra Cuerno Negro, se mueven con un propósito profano y con un instinto por proteger a su maestro oscuro.

Cuando Alamuerte canalizó por primera vez el poder del Alma de Dragón en contra de los otros vuelos de dragón, las energías masivas que desató amenazaron con destruirlo. En lugar de sacrificar esta arma, fusionó placas de adamantium a sus escamas para mantener su cuerpo unido. Estas placas, que después reforzó con elementium, ahora son su debilidad y representan la única parte vulnerable de su presencia letal.

Tu asalto sobre el enorme Alamuerte comenzará una batalla como ninguna. Es una batalla tan diversa e intensa que consta de dos encuentros únicos, los cuales se llevarán a cabo en todo Azeroth. Tomando los cielos, los jugadores se lanzarán en paracaídas desde naves de guerra para atacar al monstruo a medio vuelo e intentar rasgar su armadura, debilitándolo y exponiendo su carne fundida. Si lo logras, descenderán a las profundidades de la Vorágine para el encuentro final.

Ningún aventurero ha atacado a un enemigo tan grande y peligroso, y ha sobrevivido para contarlo. ¿Lo harás tú?

Fuente: Blizzard, Wow Europa


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